
- Los hermanos Javier y Fernando abogan por un toro realmente de calidad
- Ambos esbozaron las diferentes complicaciones que debió afrontar su encaste
Los hermanos Javier y Fernando Soto de la Fuente evidenciaron anoche la constante reinvención de una ganadería que ha ido evolucionando al compás marcado por los tiempos, haciendo frente a las dificultades del momento para salir fortalecida.
Ambos fueron los protagonistas anoche de la segunda de las charlas organizadas por el Club Taurino ‘Almodóvar’ en el marco de su XXX Semana Cultural y que esta noche tendrá como protagonista destacado a Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’.
Presentada nuevamente por el presidente de la entidad anfitriona, Carmelo García, los ilustres ganaderos que ejercieron de anfitriones en la que fue la última excursión del Club ante de la pandemia, el 8 de marzo de 2020, se mostraron encantados de su visita.
El año 1888 marca el inicio de esta ganadería bajo encaste López Plata, siendo heredada en 1944 por el abuelo de los comparecientes, José María, que la lleva hasta 1986. En este tiempo habrá oportunidad de cruce para mejora con ganado de Guardiola Soto.
Pero dado que las figuras del toreo dan un poco de lado, se apostará por probar otro tipo de encaste sin perder las señas de identidad con Soto de Luis y bajo encaste Domecq, que es el actual y vacas de los hermanos Sampedro.
A finales de la década de 1990 se hacen obligatorios los ‘saneamientos’. “Nos mandan al matadero el 85% de la ganadería, con el palo sentimental que supone perder el encaste y la genética adquirida”. Ahí se decidió comprar la de Demetrio Ayala, puro Sampedro y vacas de Algarra.

Rehechos de tantos varapalos, los hermanos asumirán las riendas a finales de la pasada década, haciéndose con la ganadería de Los Azores. Actualmente buscan más transmisión, más chispa y no les preocupa tanto el trapío.
“Nuestra ganadería ha sido siempre de toros muy pequeños”, dicen y ante la opinión de grandes ejemplares ellos abogan por mantener esta filosofía.
Críticos con las “faenas larguísimas”, prefieren a un Aguado o un Urdiales que con diez lances ya te sienten a gusto en lugar de 60, reconociendo no obstante que complicado satisfacer todos los gustos taurinos.
Otro argumento que expusieron en esta concepción es que, por mucho trapío que tengan, “los toros acaban rajándose en faenas largas”, además de que astados con calidad y fuerza “sale uno entre un millón”.

Por eso valoran el hecho de dar oportunidad a ejemplares que sean de más calidad en lugar de ser otros que se presumen más pujantes. ‘Burlón’, que se lidió en Almodóvar del Campo es el prototipo que se busca, con profundidad grande y casi a nivel profesional de indulto, aunque el público lo entendiera igualmente. Fue un día muy importante a nivel de nuestra ganadería.
Prefieren las plazas de segunda para la lidia a las de primera, en pueblos importantes y buenos que en esa responsabilidad de las de primera, buscando algo más de movilidad, pero posicionados en esas plazas de segunda y tercera y que les pidan las figuras.
Para la próxima temporada ya tienen concertadas cuatro corridas de toros y dos novilladas, en este último caso sí en plaza de primera.
Y respecto a la pandemia les afectó como al resto de sectores sin saber qué hacer o cuánto iba a durar y a los dos o tres meses ya se dieron cuenta de que sería más largo y en lugar de llevarlos al matadero, se prefirió lidiar probando con toreros y reduciendo camadas de cinqueños.
La hechura, sobre todo, pero también la reata, intuición ganadera, comportamiento en el campo, la madre que hayan tenido, son factores que contribuyen a determinar ejemplares para lidia.